Esa extraña especie de nogentes puede encontrarse en todas partes, incluso en Estados Unidos: en las prisiones que son un escándalo internacional, en los comedores públicos, en los deteriorados barrios bajos. Pero los ejemplos son engañosos. La población mundial en su conjunto vacila al borde de un agujero negro. Seguir leyendo «Cómo reconocer a la “nogente”»