Las cuatro horas que Carlos Fuentes dedicaba cada mañana a escribir lo convertían en “el ser más feliz del mundo” porque le recordaban que las palabras eran su “razón de ser”.
Con 83 años y decenas de libros publicados -novelas, ensayos y cuentos-, Fuentes no sentía que le faltara algo por hacer en su carrera, aunque afirmaba que trataba de explotar los días al máximo. Seguir leyendo «Entrevista inédita a Carlos Fuentes: “Si no sabemos hablar, no sabemos actuar ni amar”»