GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO

Por Félix Carrillo Hinojosa

Es de los personajes políticos más esculcado por los distintos gobiernos, en estos últimos treinta años, pero nunca le han podido probar estar inmerso en actos irregulares.
Su agitada agenda politica comenzó, cuando sus padres se marcharon a Zipaquirá y entró a estudiar en el Colegio de La Salle, donde fundó el periódico «Carta al pueblo» y el Centro Cultural Gabriel García Márquez, que le permitió contactarse con diversos movimientos de sindicalistas y obreros. Allí fue bachiller a los 16 años y obtuvo uno de los mejores puntajes del icfes. Ingresó a la Universidad Externado de Colombia donde se graduó como economista.
Fue elegido Personero en 1981 y tres años después, en el período 1984-1986, Concejal en la población donde terminó su bachillerato.

Hizo parte del grupo rebelde M-19 y al desmovilizarse viajó a Bélgica, donde inició sin concluirlo, un diplomado en Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional, en la Universidad Católica de Lovaina. Igual tuvo que suspender sus estudios de Doctorado en Nuevas Tendencias de la Administración de Empresas, Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad de Salamanca.
En 1985 vivió en el Barrio Bolívar 83, donde siendo concejal, fue retenido y torturado por el ejército y condenado luego por conspiración. Dos años después fue liberado, tras permanecer en la cárcel modelo. Al salir, viajó a Santander y Tolima, donde se unió a los miembros del M-19 y participó en el proceso de paz que sostuvo ese movimiento con el gobierno de Virgilio Barco, para luego hacer parte de la constituyente del 91.
Pese a ese indulto, del que fue objeto junto a sus compañeros, la persecución hacia él no ha cesado, situación que lo ha llevado a ser acusado de actos que nunca ha tenido que ver y a cargar con el estigma eterno, de ser señalado con un dedo implacable e inquisidor, por pensar diferente.

En 1991 fue elegido como Representante a la Cámara por Cundinamarca. En 1994 aspiró a ser reelegido pero no le alcanzaron los votos.
Ante las amenazas que nunca han cesado, tuvo que abandonar el País. El gobierno de Ernesto Samper Pizano lo nombró agregado diplomático en Bruselas. Dos años después renunció a ese cargo.
En 1997 fue candidato por la Alianza Democrática M-19 a la Alcaldía de Bogotá, donde obtuvo una votación de 7 mil votos, donde salió ganador Enrique Peñaloza. En 1998 junto con Antonio Navarro aspiraron a la Cámara de Representantes por Bogotá, donde salieron electos. En el 2002 aspiró de nuevo y obtuvo la más alta votación.
Su crecimiento político lo ha logrado al centrar su actividad legislativa en presentar proyectos que ayuden a cerrar las brechas sociales y al control político, cuyas denuncias han permitido comprobar la presencia de dineros, provenientes del narcotráfico en la política, la corrupción en los cargos públicos y la consolidación del desequilibrio en los poderes.

En Vía Alterna estructuró una coalición electoral con el Frente Social y Político para las elecciones del 2002, que consolidó el Partido Polo Democrático Independiente-PDI, que tres años más tarde, se uniría con Alternativa Democrática para consolidar lo que sería el Polo Democrático Alternativo-PDA-.
Un año después, es elegido Senador con la tercera votación más alta. Su presencia en el Congreso le permitió demostrar la realidad que permanecía oculta entre manteles: el paramilitarismo le robó el alma a la política colombiana y la sometió a sus caprichos. A finales del 2007 demostró el nexo de muchos políticos con la FARC-EP.

Sus diferencias con Carlos Gaviria Díaz y otros miembros del PDA, lo impulsó en 2008 a crear una divergencia partidista, a través de la «Lista 19», para las elecciones al II Congreso de Unidad Nacional del Polo, donde con otros miembros de esa colectividad, consideró que este partido debía tener una «postura política moderada, sustentada en el progresismo y alejada de tesis radicales-extremistas». El éxito no se hizo esperar, hecho que volvió una vez más, incómodo a este eterno luchador de las causas difíciles.
Sus denuncias en el Congreso, ha sido un canal esperanzador para aquellos, cuyas voces no llegan a ser escuchadas por el gobierno ni los medios. Por eso no tienen razón, aquellos que con trampas y bajas armas, tratan de enlodar su vida pública y privada. Quienes duden de su activo control político, solo tienen que remitirse a los anales del Congreso y encontrarán la verdad de su tránsito por el legislativo.

En el 2008 junto con Luis Garzón y María Emma Mejía propuso una divergencia al interior del PDA, que llevó a postular su nombre y salir ganador el 27 de septiembre de 2009, en las elecciones internas para elegir al candidato de esa colectividad a las Presidenciales.
Con la elección de Clara López como su fórmula vicepresidencial, alcanzó una votación de 1.331.267. El ganador fue Juan Manuel Santos. Cuatro días después, logró por iniciativa propia, reunirse con el recién electo presidente donde le propuso iniciar un amplio diálogo sobre temas como víctimas, tierra, y agua, que no cayó bien en el PDA, hecho que se sumó a otras controversias, que fracturaron su presencia en ese movimiento, del que salió para construir el Movimiento Progresista, con el que se lanzó a la Alcaldía de Bogotá, en las elecciones del 2011, donde obtuvo el 32.22% superando al ex alcalde Enrique Peñaloza y a Gina Parody.

Fueron muchos los logros que se dieron en su administración, los cuales sus contradictores nunca han querido reconocer, pero que valen la pena contarlos: creación de la Secretaría de la Mujer, el Centro de Ciudadanía LGBTI, centros para el control natal y la atención de abortos permitidos por la ley. La aplicación de políticas públicas en 2012, con las que se logró la ampliación del mínimo vital de agua potable, creación del programa «Mi Vital», que en buen momento reemplazaron los comedores comunitarios. La apertura de 417 jardines distritales infantiles. En lo atinente al medio ambiente, conservó y protegió los humedales y planificó la preservación del agua ante el inminente calentamiento global. En lo relacionado con la salud pública, se crearon los Centros de Atención Móviles a Drogodependientes-CAMAD-.

Y así como estos logros, fueron muchos los que planteó en su administración, satanizada por una amplia gama de resentidos, tanto de izquierda como de derecha, que jamás le han perdonado su ascenso, quienes con todas las maromas habidas y por haber lograron su destitucion, que luego de muchas dificultades, logró ser restituido y la absolución de todas las supuestas inhabilidades y actos de corrupción que adujeron cometió.
En las presidenciales del 2018, contra todo pronóstico, después de ser el único candidato a quien el pueblo siguió en masas, llegó al momento de la verdad, al enfrentarse a Iván Duque Márquez, quien no escatimó esfuerzo alguno, en desarrollar todas las maniobras más oscuras, para detenerlo en su proyecto de ser el presidente del pueblo y no pudo en ninguno de los debates, acercarse al serio planteamiento que con coherencia, expuso el pensador humanista de la Colombia profunda.

Solo pudo ser derrotado, por las maniobras que una Registraduría puso al servicio de su contendor para construir el segundo gran fraude electoral que se ha dado en Colombia.
Pese a todo, él ha seguido de pie, en la batalla por lograr la oportunidad de llegar a la presidencia y demostrar, que «el país le cabe en el cerebro».
El pueblo lo sigue, no como un mesías, ni figura populista o indestronable mole llena de odios contra clase alguna. Lo hace, porque es la única esperanza que tiene el pueblo de a pie, el mismo que se cansó de tantas mentiras que lo ha sometido a una extrema pobreza, a un estado de indefensión.

Él no se autoproclama como la fuerza de la esperanza o de la dignidad. No lloriquea ante tanta traición, propiciada por muchos que le profesaban amor eterno. No claudica ante tanto señalamiento injustificado. Dice lo que cree necesario exponer para bien del país, así le caigan en gavilla. No es ateo y expropiador. Tiene claro que no engañará a Colombia, haciéndose pasar como buen guitarrista, poeta, jugador de fútbol, cantante de vallenato, titiritero profesional y mago además, porque el sabe por lo que ha vivido su pueblo y que Colombia lo que necesita es un presidente decente.
Cuál es el miedo con él?

Por qué seguir sometido a un encantador de serpientes que acabó con el País?
No olvide que, «el que dijo URIBE, no dio la talla».Resultó ser un paquete chileno, a más de eso, un bufón, cínico, teatrero de muy poca calidad y timador para más señas». (Gustavo Francisco Petro Urrego, nació en Cienaga de Oro, Córdoba, el 19 de abril de 1960. Padres Clara Nubia Urrego y Andrés Gustavo Petro Sierra).

Félix Carrillo Hinojosa