Moscú, 16 dic (Prensa Latina) El ministro ruso de Asuntos Exteriores, arremetió hoy contra la falta total de ética de potencias occidentales al abordar el caso del bloguero opositor Alexei Navalni, indicó la Cancillería.
Lavrov consideró gracioso leer las versiones de la prensa occidental sobre un segundo o tercer intento de envenenar a Navalni por parte de la seguridad rusa, pero, afirmó, que la forma de presentar la noticia habla de la total ausencia de ética de ‘nuestros socios occidentales’.
De acuerdo con el ministerio de Asuntos Exteriores, el diplomático estimó que no existe ni la más mínima experiencia en el trabajo tecnológico ni tampoco el deseo de cumplir normas del derecho internacional, cuando se trata de presentar los hechos.
El ministro afirmó que Rusia está acostumbrada a la práctica de Estados Unidos y sus aliados en Occidente de presentar acusaciones en contra de este país a través de los medios de difusión masiva.
La lógica de Occidente es que al aparecer nuevas acusaciones en la prensa sobre la implicación de la seguridad rusa en el caso de Navalni, sin una respuesta de Moscú, ello de por si prueba la implicación de esta nación en ese caso, comentó el funcionario.
Para Lavrov, una posición como resultaría totalmente perjudicial para cualquier persona con sentido común.
Los comentarios del titular de Asuntos Exteriores se refieren así a un material publicado de conjunto por Navalni, la cadena estadounidense CNN, la revista alemana Spiegel y el portal Bellingcast sobre la supuesta existencia de dos agentes rusos que lo siguieron en Novosibirsk y Tomsk.
El bloguero, quien posee un juicio pendiente por malversación en esta nación, plantea que los agentes intentaron realizar acciones en su contra. Ello ocurre cuando quedó mal parada la versión occidental de su supuesto envenenamiento con el neuraparalizante ‘Novichok’.
Navalni debió ser evacuado de un viaje interno en Rusia y luego hospitalizado de urgencia en Omsk, donde los médicos nacionales lograron sacarlo del estado de coma, antes de ser evacuado por el gobierno alemán a una clínica en Berlín, donde concluyó su cura.
Pero en Alemania, sus autoridades acusaron a Rusia de emplear el ‘Novichok’, el cual, según expertos rusos, en caso de ser usado, debió causar la muerte con una ínfima dosis al bloguero y afectar a personas allegadas, pilotos y personal médico, cosa que no sucedió nunca.
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