Por Wiliam Urquijo Pascual
Caracas, 30 oct (Prensa Latina) El sabotaje a instalaciones estratégicas, unido a tramas conspirativas de sectores de la extrema derecha, evidencian hoy las intenciones de enrarecer el panorama y atentar contra la estabilidad de Venezuela.
A mediados de semana el mandatario Nicolás Maduro denunció un ataque contra la refinería de Amuay, en el estado de Falcón, dirigido a sabotear la capacidad de producción de gasolina para el consumo interno, afectada de antemano por las medidas coercitivas impuestas al país por Estados Unidos.
Un misil disparado desde una aeronave no tripulada o una embarcación habría provocado la explosión en el enclave estratégico perteneciente al Centro Refinador de Paraguaná, informó la víspera el vicepresidente de Economía Tareck El Aissami.
Las pesquisas iniciales indicaron el probable empleo de un artefacto explosivo de alto impacto, debido al severo daño causado en las gruesas láminas de acero de las instalaciones, precisó El Aissami, quien enumeró una serie de sucesos dirigidos igualmente a causar estragos en el complejo.
Durante las semanas recientes se registraron 87 ataques al sistema eléctrico de Falcón, así como la red de suministro de agua asociada a las refinerías de Amuay y Cardón, con la intención de afectar los servicios industriales necesarios para garantizar las operaciones.
Asimismo, el 11 de septiembre los organismos de seguridad capturaron a un ciudadano estadounidense vinculado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con armamento de guerra y material explosivo, quien tendría la misión de ejecutar acciones de sabotajes en enclaves estratégicos de la industria energética.
La hipótesis de un ataque como misiles desde un avión no tripulado cobra fuerza al recordar que en 2019, por estas fechas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana detectó el sobrevuelo de este tipo de dispositivos sobre Paraguaná, reseñó la plataforma de periodismo de datos La Tabla.
Ante el sabotaje perpetrado al enclave estratégico, el Ejecutivo bolivariano activó medidas especiales de seguridad, precisó el presidente Nicolás Maduro al subrayar la gravedad de las acciones terroristas dirigidas a vulnerar los servicios básicos de la población.
Maduro responsabilizó al Gobierno de Colombia y a los servicios de inteligencia de Estados Unidos de encontrarse tras la organización y ejecución del sabotaje a Amuay, con el fin de limitar el suministro de combustible como un factor de desestabilización social.
El mandatario reiteró la denuncia de la conspiración permanente impulsada contra Venezuela por parte de factores de la extrema derecha, ‘avalada, financiada y promovida por el gobierno estadounidense con la complicidad de varios países de Europa’.
Al respecto, Maduro alertó que España va camino a convertirse en el epicentro de los planes conspirativos contra la paz y la democracia del país sudamericano, a raíz de la acogida del cabecilla opositor Leopoldo López, prófugo de la justicia venezolana y artífice principal de varias operaciones golpistas.
El dignatario citó información de ‘primera fuente’ sobre las pretensiones del dirigente de Voluntad Popular de promover nuevos planes violentos, luego de escapar del país bajo el amparo de las autoridades de Madrid.
Para reforzar las denuncias del Gobierno venezolano, el fiscal general, Tarek William Saab, develó la víspera una trama de financiamiento a organización políticas de la oposición para llevar a cabo acciones de violencia con fines desestabilizadores.
Saab ofreció detalles sobre la imputación del dirigente de Voluntad Popular Roland Carreño por la presunta comisión de delitos de conspiración, financiamiento al terrorismo y tráfico de armas.
Las investigaciones vincularon a Carreño con la distribución entre varios partidos políticos de ocho millones 500 mil dólares entregados por la Fundación Simón Bolívar de la empresa Citgo, sucursal de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Estados Unidos.
La administración estadounidense de Donald Trump bloqueó en 2019 los activos de la compañía subsidiaria de Pdvsa en territorio norteamericano, en complicidad con el pretendido gobierno paralelo liderado por el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, también integrante de Voluntad Popular.
En tal sentido, Saab recordó que la Fundación Simón Bolívar de Citgo surgió en 2006 para proporcionar asistencia médica y humanitaria a pacientes necesitados; ‘ahora es utilizada por este grupo de conspiradores como caja chica para sus actividades’, denunció.
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