Washington, 20 mar (Prensa Latina) En medio del esfuerzo mundial para atajar la pandemia de la Covid-19, el nacionalismo pudiera afectar el logro de una vacuna contra el mal, comenta hoy el diario The New York Times.
La voluntad se ve ensombrecida por un enfoque nacionalista que podría dar al ganador la oportunidad de favorecer a su propia población y, potencialmente, ganar ventaja para hacer frente a las consecuencias económicas y geoestratégicas de la crisis, alerta el Times.
En China, Europa y Estados Unidos existe ‘un sprint para convertirse en los primeros en producir una vacuna’, pero, precisa el rotativo, el esfuerzo se ve ensombrecido por un enfoque nacionalista.
Lo que comenzó como una cuestión de quién se llevaría los elogios científicos, las patentes y, en última instancia, los ingresos de una vacuna exitosa, es de repente una cuestión más amplia de seguridad nacional urgente, señala.
Y detrás de la confusión, advierte, hay una dura realidad: Cualquier nueva vacuna que demuestre ser potente contra el (nuevo) coronavirus seguramente escaseará, ya que los gobiernos tratan de asegurar que su propio pueblo sea el primero en la fila.
Al ampliar el tema del nacionalismo el diario neoyorquino cita los intentos del presidente estadounidense, Donald Trump, en reuniones con ejecutivos farmacéuticos para asegurarse de que se produzca una vacuna en suelo americano, para asegurar el control de los suministros.
Aunque hay una negativa de la Casa Blanca, funcionarios del Gobierno de Alemania dijeron que creían que había intentado atraer a una compañía de ese país, CureVac, para que hiciera su investigación y producción, si llegaba el caso, en Estados Unidos.
En su aproximación el Times señala que así como las naciones insistieron en construir sus propios aviones no tripulados, sus propios cazas ‘invisibles’ y sus propias armas cibernéticas, no quieren estar en deuda con una potencia extranjera para acceder a los medicamentos que se necesitan en una crisis.
En ese sentido, sostiene la publicación, algunos expertos consideran que la competencia geopolítica es saludable, siempre y cuando los éxitos se compartan con el mundo- lo que los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos aseguran rutinariamente que será así.
Ejecutivos de las principales compañías farmacéuticas del mundo llamaron a los gobiernos a ‘que no acapararen una vacuna una vez desarrollada, diciendo que hacerlo sería devastador para el objetivo más amplio de erradicar la pandemia de coronavirus’.
‘Sería completamente erróneo caer en un comportamiento nacionalista que realmente interrumpiera las cadenas de suministro y fuera perjudicial para la gente de todo el mundo’, dijo Severin Schwan, director general de la empresa farmacéutica suiza Roche.
Mientras, David Loew, vicepresidente ejecutivo de Sanofi Pasteur, de Francia, empresa que trabaja con Eli Lilly y Johnson & Johnson en Estados Unidos, Roche y Takeda en Japón en busca de la medicación, apuntó que si se logra ‘necesitaremos vacunar a miles de millones de personas en todo el mundo, por lo que estamos buscando alternativas de dónde y cómo producimos’.
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