Recientemente, el director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca, Jim Carroll, señaló como una amenaza para los estadounidenses el cultivo de coca en Bolivia y Perú, según medios de prensa citados por el periódico Cambio.
Sin embargo, la Evaluación Nacional de la Amenaza por Drogas de 2018, en Estados Unidos, a cargo de la Administración de Control de esas sustancias, expuso que el 93 por ciento de la cocaína incautada en territorio estadounidense el último año tuvo su origen en Colombia.
Morales destacó la labor que se desarrolla en la actualidad en este país para la reducción de cultivos de coca y lucha contra el narcotráfico, a diferencia de los Gobiernos anteriores.
La Fuerza de Tarea Conjunta para la lucha contra el contrabando en Bolivia erradicó hasta el pasado mes un total de ocho mil 360 hectáreas de coca ilegal en las regiones de los Yungas y el trópico de Cochabamba, mientras se prevé destruir 11 mil hectáreas antes del 20 de diciembre.
En ese sentido, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, reiteró que continuarán las labores de eliminación de cocales ilegales en todo el territorio nacional.
Asimismo, Cáceres exhortó al trabajo coordinado entre los países de demanda y oferta de esas sustancias, mediante una cooperación bilateral o multilateral, con el fin de adoptar medidas o políticas en la lucha contra el narcotráfico.
En esta nación, la Ley General de la Coca vigente desde el año pasado, norma la promoción, circulación, comercialización, consumo, investigación e industrialización de la planta en su estado natural.
A diferencia de otras regiones del mundo la lucha contra el narcotráfico en Bolivia tiene como base una política pacífica, de coexistencia y coordinación permanente con los actores involucrados.
El Informe Mundial sobre Drogas 2018, presentado en La Paz, destacó los esfuerzos del país suramericano en la lucha contra el narcotráfico y delitos conexos.
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