La salsa, música identitaria del Caribe, tiene un nicho importante en la capital de Venezuela y en Kike Gavilán, uno de sus exponentes.
Por tercera vez el pianista marca la entrada, pero Enrique Giacopini sigue inmóvil. Los miembros del jurado, para los que audicionaban bandas nuevas, le hacen señas, pero su cuerpo suda como nunca antes en sus 15 años de vida. No pronuncia ni una letra aquella tarde de 1997. Seguir leyendo ««La salsa en Caracas no se aprende, con ella se nace»