Bogotá, 6 feb (PL) Pese a los acentuados esfuerzos de las autoridades colombianas por combatir la delincuencia criminal, la percepción de inseguridad va hoy en aumento en el país, con particular énfasis en esta capital.
No solo el espectro informativo inundado de relatos de actos atroces contribuye a tal sensación, como alertó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos. También los tozudos hechos hacen su parte.
En las últimas horas fue dado a conocer que, en comparación con el año anterior, en el recién finalizado enero aumentaron hasta en un 20 por ciento delitos de alto impacto como el robo a personas en la vía pública y en residencias.
Otros hechos criminales como homicidios, extorsiones y secuestros registraron una disminución, según informe de la Policía Metropolitana de Bogotá.
La crueldad, además, de muchos de los asaltos en calles y avenidas enciende a diario las alarmas de los habitantes de Bogotá.
Hace apenas unos días un adolescente fue asesinado con arma blanca para robarle su bicicleta en un populoso barrio de esta ciudad.
Causó asimismo conmoción el ataque hace tres semanas a una mujer embarazada para robarle su camioneta, acción que la dejó cuadripléjica.
Un rosario de inenarrables episodios son conocidos a diario por la población bogotana.
Según el general Jorge Luis Vargas, organizaciones procedentes de Medellín, más violentas y organizadas, han enviado gente a Bogotá a disputarse las rentas criminales y a reclutar ladrones a los que les imponen su modus operandi.
Ya están colonizando tres líneas: el narcotráfico, el robo de carros blindados y de artículos de lujo, como joyas, relojes de marca y celulares, precisó el jefe militar.
Otro asunto que preocupa y que, a juicio de expertos, pudiera estar influyendo en la escalada de criminalidad en Colombia es que mucho de los capturados son reincidentes; es decir, delincuentes que son liberados y vuelven a delinquir.
Los índices de reincidencia son inauditos, hasta de 40 veces en algunos casos.
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