Islamabad, 16 ene (PL) El ministro pakistaní de Defensa, Khurram Dastgir Khan, afirmó que la campaña que impera hoy en Washington contra su país es una estrategia para convertir a Islamabad en un chivo expiatorio por el fracaso del Pentágono en Afganistán.
Las relaciones entre ambos países no debería estar marcada por las amenazas o la suspensión de pagos, estimó Khan al intervenir en el parlamento sobre el tema.
El funcionario recordó que Pakistán sufrió fuertes pérdidas de vidas humanas y económicas tras sumarse a la campaña bélica de la Casa Blanca luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
‘El sufrimiento ha sido inmenso y doloroso y por tanto es injusto que Estados Unidos culpe a Pakistán, cuando no pudo mejorar la situación en Afganistán’, recalcó.
Al respecto, subrayó que un 43 por ciento del territorio afgano está bajo control de los talibanes, pese a 16 años de campaña del Pentágono en contra de ese movimiento armado.
‘Es hora de un diálogo cortés pero implacablemente sincero entre Pakistán y Estados Unidos con todas las cartas sobre la mesa’, apuntó el titular de Defensa.
La pasada semana el jefe del Ejército, Qamar Javed Bajwa, afirmó que Pakistán fue traicionado por los ataques verbales del presidente, Donald Trump, y su decisión de suspender la entrega de fondos a Islamabad.
No exigimos dinero, sino que Washington reconozca las ‘contribuciones, sacrificios y determinación inquebrantable (de Pakistán) en la lucha contra el terrorismo’, expresó el militar en conversaciones telefónicas con el titular del Comando Central del Pentágono, Joseph Votel, y un senador norteamericano.
Según el gobierno pakistaní, la participación del país en la campaña de Estados Unidos contra Afganistán y la posterior ola de violencia en la vecina nación causaron pérdidas por más de 123 mil millones de dólares desde 2001, tres veces más que los fondos entregados por Washington a Islamabad en ese lapso.
Las relaciones entre ambos aliados se deterioraron en agosto del pasado año, cuando Trump acusó a Pakistán de proteger a terroristas, una denuncia que causó una ola de críticas aquí.
En sus primeros tuits de 2018, el mandatario norteamericano renovó sus ataques verbales, que desembocaron en la suspensión de los pagos a esta nación.
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