Washington, 8 ene (PL) El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos canceló hoy el Estatus de Protección Temporal (TPS) que salvó de la deportación hasta ahora a unos 200 mil inmigrantes salvadoreños y sus familiares.
Los afectados por esta medida, que están en suelo estadounidense al menos desde 2001, tendrán hasta el 9 de septiembre de 2019 para salir del país o conseguir otra condición de residencia legal, de acuerdo con un informe enviado este lunes al Congreso por dicha agencia federal.
Según el texto, la secretaria del DHS, Kirstjen Nielsen, determinó que las condiciones en El Salvador mejoraron de forma significativa en los últimos años, lo que permite eliminar la justificación original para no deportar a sus ciudadanos.
El documento señala que solo el Congreso puede legislar para emitir una solución permanente y otorgar un estatus migratorio duradero y legal a quienes ahora están protegidos por el TPS y vivieron en territorio estadounidense durante muchos años, por lo que este plazo de 18 meses permitirá al Capitolio aprobar las leyes correspondientes sobre el tema.
Kevin Appleby, especialista del Centro de Estudios de Migración con sede en Nueva York, dijo al diario The Washington Post que la Casa Blanca adoptó esta decisión sin tener en cuenta la situación concreta de los países afectados.
En particular la medida es perjudicial para los salvadoreños, porque no solo desarraigará a las familias y los niños que han vivido aquí durante años, sino que también desestabilizará aún más a ese país, lo cual afecta nuestro interés en que América Central sea una región estable, añadió Appleby.
Los ciudadanos de dicha nación centroamericana recibían el beneficio del TPS tras el devastador terremoto que la afectó en 2001, lo que permitió permanecer y trabajar en Estados Unidos a miles de refugiados de la guerra civil que ya estaban en la nación norteña de forma irregular o con documentos legales.
En noviembre pasado la administración del presidente Donald Trump eliminó tal condición para unos 60 mil haitianos que arribaron aquí después del sismo de enero de 2010 y a dos mil 500 nicaragüenses protegidos desde el paso del huracán Mitch en 1998.
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