Gaspar Velásquez Morillo

En Venezuela, de manera intencional han cambiado por completo algunas efemérides y en fechas que deberían ser de gloria, los han teñido de sangre y de tristeza, vale recordar el Día de la Juventud que se conmemoraba solemnemente en Maracay el 12 de febrero de 2014; vale decir también, que convirtieron el Día de los Inocentes, que devino a lo que actualmente como conocemos, para diariamente transfigurar la realidad, distorsionarla e incluso expresar mentiras conscientemente elaboradas para engañar y desconcertar con informaciones inciertas a la colectividad que luego una vez develadas por la propia población queda decir a quien o quienes esparcieron la información con descaro y que están al descubierto: -¡Caíste por Inocente!
Pues en Venezuela, hay laboratorios elaborando casi que a diario toda clase rumores, mentiras hilvanadas, por artífices de la distorsión, de la tramoya, entre otros aditivos para hacer que el pueblo venezolano viva en suspenso, aterrado, desesperanzados y atenazados por lo, “qué pasará mañana”.
Lo cierto es que estos laboratorios, juegan con los sentimientos y emociones de las personas incautas, las que hay veces no están al corriente de la guerra psicológica y/o de las personas que aún son manipulables mediáticamente.
Mientras que las “bolas” o los “potes de humos” que echan a correr surten su efecto puntual y transitorio anímico y emocional, los y las activistas conscientes de oposición hace su parte, de esparcir donde están o a donde llegan y le hacen su agregado a la “guerra psicológica” que inclusive afecta a sus propias filas que también son víctimas de las campañas mediáticas y es un factor a dominar por ser el fermento que les llevarías las tareas prácticas de protestar, de ser “carne de cañón” para lograr objetivos superiores a interés del imperio y de las y los apátridas.
Por supuesto, la verdad sale a flote no sé si deliberadamente al tercer o cuarto día o a la semana, lo cierto es que se devela la verdad y en mi caso no sé si es una acción consciente de la contraparte en la “guerra mediática” pero allí hay una puja por la verdad.
La sociedad venezolana ha aprendido de esto, sin embargo, hay personas en los ámbitos laborales, sociales, entre otros, que a pesar de simpatizar con la Revolución Bolivariana son víctimas de tales campañas, por lo que tenemos que ser selectivos y enfrentar de forma decidida los temas que nos quieren imponer la contraparte antipatriótica a través sus laboratorios de guerra psicológica, por intermedio de sus redes sociales, sus periódicos, sus televisoras, sus activistas y opinadores de oficios.
Los laboratorios de guerra psicológicas no son para nada constituidos por improvisados e improvisadas y estos y estas estudian con precisión digital de sistematizadores o sistematizadora los momentos y detalles de la vida nacional para posicionar sus circunstancias alevosas a través de sus códigos lingüísticos para generar –repetimos- desesperanza y desazón.
Son los retos que tenemos por delante en la Batalla de las Ideas que cada día subirá de intensidad, esto por la cercanía de las elecciones parlamentarias, las elecciones regionales y municipales, que es el carril democrático basado en las leyes de la República Bolivariana de Venezuela, Constitución que deprecia el Imperio y los sectores pitiyanki.
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@gasparvelasquez