SILVIA DANIELA PEREZ PRIARIO

Estados Unidos intenta que Brasilia, se incline favorablemente ante sus intereses por participar del mayor paquete de concesiones para infraestructura en el mayor país sudamericano, que incluye construir carreteras, vías de ferrocarril, puertos y aeropuertos, con una inversión que supera los 64.000 millones de dólares. China en tanto aparece de momento como el mayor beneficiario en este plan, después de la visita que el primer ministro chino, Li Keqiang hizo recientemente a Brasil.
Brasil de momento acota el rol de EE.UU.
La Subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, dijo en Washington que la visita de Dilma es clave para recomponer las relaciones, adelantando que ve “la relación en general como algo muy positivo para ambos países, Veo a 2015 como un año crucial, en que nuestra relación está en alza”, puntualizó.
Desde Brasil se adelanta que los temas de la reunión con Obama están de momento centrados en el cambio climático, el avance en fuentes de energía renovables y el aumento del comercio desde el sur al norte, pero sin haber pronunciamiento sobre las aspiraciones norteamericanas de otros inversores hacia el sur. En su anuncio del megaplan de inversiones por 64.000 millones de dólares, Dilma dijo que no solamente habrá incentivos para los inversores, sino que se priorizará el programa para dinamizar las exportaciones.
China ya tiene confirmados una serie de multimillonarios emprendimientos –más de 50.000 millones de dólares- lo que significará un fuerte espaldarazo a las políticas de desarrollo brasileñas, cuya economía se encuentra con un muy bajo crecimiento (0,1% en 2014) y que debe revertir la tendencia ya que el FMI le ha pronostica una caída del 1% este año y apenas una recuperación del 1% para el año próximo.