
Dos atentados que ejemplifican a la perfección el descaro de humanidad que somos. Es que ya ni a doble moral llegamos. Perdimos los escrúpulos. Para cuando fue el atentado a la revista francesa Charlie Hebdo, miles se pronunciaron en todos los medios habidos y por haber, las redes sociales hervían, medio mundo dijo: ¡yo soy Charlie! Mientras que unos oraban, otros demostraban su apoyo a la mejor manera clasemediera: cambiando sus fotografías de perfil en las redes sociales y colocando una alusiva al atentado. Seguir leyendo «Desde Charlie Hebdo hasta Kenia, existen mares de falsedad.»