Nuevos pasos rumbo a la paz en Colombia

colombia-pazpalomaPor Adalys Pilar Mireles

Bogotá, 12 mar (PL) Transcurridos más de dos meses de la tregua bélica decretada por las FARC-EP, la suspensión por un mes de los bombardeos del ejército contra los campamentos de esa agrupación insurgente constituye otro paso decisivo para la paz en Colombia.

Tal iniciativa persigue reducir la intensidad del conflicto armado, el único del continente, comentó el presidente Juan Manuel Santos, luego de reconocer el impacto de anteriores medidas instauradas por el movimiento guerrillero, y encaminadas hacia ese mismo propósito.

El cese de los bombardeos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) estuvo antecedido por la pausa ofensiva decretada de forma unilateral por esa agrupación desde el pasado 20 de diciembre y otros acuerdos como la decisión de no reclutar a menores de 17 años para incorporarlos a sus filas.

Adicionalmente el Gobierno y las FARC-EP sellaron un pacto para iniciar un proceso de desminado, erradicación de explosivos improvisados y municiones sin explotar.

Ese programa, el cual abarcará inicialmente a unos 100 municipios, pretende ofrecer mayor seguridad a la población civil, explicaron en un comunicado conjunto.

Liderado por una organización noruega, tales labores pudieran demorar hasta 2025 debido a su envergadura.

La serie de anuncios, que incluye la conformación de una comisión asesora para la paz, suscita optimismo a lo interno del país, castigado por más de 50 años de guerra.

No obstante el carácter temporal de la orden, detener los ataques contra las tropas guerrilleras pudiera aliviar a las comunidades radicadas en zonas que constituyen escenarios tradicionales de enfrentamientos, además de allanar el camino hacia el cese el fuego bilateral, consideran congresistas.

Al cabo de un mes, el Ejecutivo decidirá si se mantiene o no la disposición, período en el que las fuerzas militares proseguirán sus misiones de control territorial y lucha contra el delito, aclaró el abogado Humberto de la Calle, al frente del equipo gubernamental que negocia con las FARC-EP el fin de la confrontación interna.

Según analistas, ese paso resuelve transitoriamente el problema de dialogar en medio de la guerra y descarta la ruptura de las conversaciones como resultado de la violencia asociada al conflicto.

En tanto grupos de expertos discuten en La Habana, sede permanente de los diálogos pacificadores, las características, condiciones y fases para una suspensión definitiva de las hostilidades entre ambas partes beligerantes.

Estamos perfilando un cese el fuego bilateral serio y definitivo, manifestó De la Calle.

Las pláticas iniciadas en 2012, transitan por su fase crucial al tratar igualmente cuestiones controversiales como la reparación a las víctimas, que suman 6,8 millones.

Resta también el punto referido al término de la conflagración, el cual incluye aspectos como la dejación de las armas, desmovilización y reintegración a la sociedad de los guerrilleros.

Pese a los alentadores acuerdos con las FARC-EP, la instalación de una mesa de concertación con el Ejército de Liberación Nacional sigue pendiente y sin pronóstico de fecha.

Así las cosas falta camino por andar para lograr la firma de la paz antes de que finalice 2015, una meta enunciada por el gobernante, quien resultó reelecto para un segundo mandato con la promesa de impulsar los diálogos con la insurgencia para terminar la guerra.

acl/ap