Marco Antonio Moreno
La Unión Europea y el Banco Mundial han desplegado toda su artillería financiera contra Rusia. La UE quiere aplicar sanciones por un valor de 10.000 millones de euros al año por la crisis de Ucrania, y el Banco Mundial ha procedido a bloquear todos los préstamos financieros a Rusia. Las sanciones económicas contra Rusia toman forma más allá de la geopolítica. Y que el Banco Mundial bloquee un préstamo a Rusia confirma a quien obedece este banco surgido tras el fin de la segunda guerra mundial (una de las instituciones de Bretton Woods) y que tiene su sede en Washington.
Las sanciones contra Rusia no se detienen aquí. De acuerdo con información de Bruselas, se aplicará a Rusia la prohibición de exportaciones a diversas industrias. Es decir, Rusia no podrá ofrecer sus productos en Europa, negándose a los europeos la posibilidad de acceder a los productos rusos. La santa inquisición de la UE no considerará sin embargo el gas. Rusia podrá seguir ofreciendo los fluidos de su gas a todos los países europeos.
Todas estas sanciones, con gas o sin gas, constituyen un duro golpe para la economía rusa. Sin embargo, y como señalábamos en La guerra económica con Rusia podría tener un alto costo para Europa y Estados Unidos, constituye también un duro golpe para la economía europea dado que las medidas de boicot pueden volcarse como un boomerang contra Europa. Hasta ahora, las llamadas Fase I y Fase II de las sanciones contra Rusia no ha tenido un efecto significativo en la economía europea. Pero esto puede cambiar cuando se pase a la Fase siguiente. Rusia queda libre de cerrar las compuertas del gas para Europa y abrir paso a la creciente demanda energética de Asia, encabezada por China. Este hecho podría poner en serias dificultades a Europa.
Yatseniuk obedeció tan bien las instrucciones de estos países que hoy tienen la hegemonía global que, tras las elecciones, fue confirmado como Primer Ministro del presidente Petro Poroshenko, el multimillonario a lo Berlusconi de la política ucraniana. El frente de batalla de Yatseniuk siguió la pauta de Merkel y Obama, y despidió a los principales cabecillas institucionales de la rebelión ucraniana. Muchos de estos cabecillas eran generales de ejército a cargo de las plataformas lanzadoras de misiles. Es decir, Yatseniuk ha sido el principal responsable de que estas plataformas misileras quedaran en manos de personal no calificado. Por eso Yatseniuk renunció a su cargo el jueves 24 de julio, una vez confirmada la complicidad del ejército ucraniano en el caso del MH17, el avión de Malaysian Airlines que aparentemente fue derribado por uno de estos misiles. Como de esta operación Estados Unidos es 100 por ciento cómplice, debido a las presiones a Yatseniuk para que diera de baja a los Generales, el gobierno de Obama decidió cerrar el caso y declarar que el avión «fue derribado por error».
¿Quién sabe disparar misiles?
La valoración del personal estratégico es uno de los temas claves en todo tipo de organizaciones, sean empresas privadas o gobiernos. La regla indica que el personal estratégico, como aquel que sabe disparar y conducir los misiles, debe cuidarse como prioridad. Esta fue una de las reglas claves a las que faltó Yatseniuk: despidió a personal relevante que, tal vez «por error» atentó contra su propio pueblo. El problema es que también «por error», como señala el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos, se derribó un avión con casi 300 personas, el MH17.