El mundo alza su voz contra el ataque israelí

Varias concentraciones de protesta contra la operación del ejército israelí en la Franja de Gaza y en solidaridad con el pueblo palestino se han registrado en varias ciudades del mundo.

En Caracas se celebró una gran marcha este sábado tras las declaraciones del presidente Nicolás Maduro en solidaridad con Palestina. El mandatario venezolano se comprometió a adoptar a los huérfanos palestinos.

«En realidad en Palestina no existe una guerra, existe una agresión más de 66 años. No tienen 20, ni 20 días esta agresión. El pueblo palestino está viviendo un holocausto», dijo a RT el analista político Basem Tajeldine.

«Palestina ha sido uno de los pueblos más embestidos por las políticas de Israel y de EE.UU., y eso despierta la indignación en el mundo», explicó uno de los manifestantes venezolanos, quien agregó que el pueblo palestino se defiende.

El portal ‘Socialist Worker’ informa que el 19 de julio en Nueva York (EE.UU.) unas 2.000 personas se concentraron en Times Square para protestar contra el bombardeo de la Franja de Gaza. El candidato a vicegobernador de Nueva York, Brian Jones, que se dirigió a los manifestantes, es uno de los primeros políticos estadounidenses que han mostrado su posición anti-israelí.

El mismo portal se hace eco de otra manifestación en Chicago, que logró reunir a más de 10.000 personas. Los manifestantes protestaron ante dos estudios de televisión y se dirigieron al consulado de Israel.

«Hemos notado que los políticos británicos, entre ellos el primer ministro Cameron, están cambiando su opinión sobre las acciones de Israel», afirma un activista que tomó parte en la concentración anti-israelí organizada hoy en Londres (Reino Unido), citado por Press TV.

El pasado 25 de julio Berlín fue escenario de una marcha de solidaridad con Palestina en la que participaron 1.200 personas que mostraron su rechazo a los ataques de Israel de forma bastante agresiva, según ‘The Wall Street Journal’.

Al menos 2.000 personas participaron en una acción de solidaridad hoy en Dublín (Irlanda), informa ‘The Irish News’. Una de las pancartas que llevaba uno de los activistas rezaba: «Obama podría terminar con esto con una llamada por teléfono».

Más de 40 movimientos pacifistas organizaron una marcha de protesta en Madrid el pasado jueves cerca de la embajada de Israel.

Una marcha de protesta también fue organizada el pasado viernes en Jerusalén del este, informa la agencia israelí ‘Ma’an’, en la que miles de palestinos se reunieron para protestar. Según afirma la agencia, concentraciones de este tipo suelen verse a menudo en la zona.   / Rt.com/   colarebo

Chávez: Lo que dijo el presidente de Israel lo tomamos como una amenaza y actuaremos en consecuencia

chavez y amadineyad

Para la reflexión, el mensaje de un lider visionario y de un  Hombre  que expresa la sencillez de su  pueblo, los dos son la expresión de la paz mundial.

Ante la amenaza que representan las afirmaciones del Presidente de Israel, Simón Peres, quien, desde Argentina, dijo que Chávez y Ahmadineyad «desaparecerán pronto», el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, aseguró, tras recibir a su homólogo iraní, que en el mundo se impondrá la paz y lo que desaparecerá finalmente será el imperialismo. Seguir leyendo «Chávez: Lo que dijo el presidente de Israel lo tomamos como una amenaza y actuaremos en consecuencia»

¿Podría la India poner fin a la Organización Mundial del Comercio?

Esta semana la India bloqueó en la OMC el acuerdo para reformar los sistemas aduaneros a escala global para facilitar los intercambios comerciales entre países, lo que supondría la primera reforma comercial de la organización en dos décadas.

La decisión podría ser el comienzo del fin de la Organización Mundial del Comercio (OMC), según expertos entrevistados por Reuters. Según ellos, si el código de reglas de la OMC, escrito ya hace 20 años, no se desarrolla, las relaciones comerciales pasarán a estar más reguladas por nuevos acuerdos regionales, tales como el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en ingles). Tales organizaciones tendrán sus propias reglas y mecanismos de resoluciones de disputas, lo que puede conducir a «un mundo fragmentado de diferentes bloques comerciales», estiman.

Los expertos en la organización creen que solo mediante la eliminación de los costes de los procedimientos aduaneros podrían reducirse del 10% al 5% los gastos de los exportadores a la OMC (que incluyen tanto los costes administrativos como derechos de aduana). Este acuerdo se consideraba el más importante del así llamado paquete de Bali, que creaba la base para la finalización de la ronda de negociaciones de la OMC de Doha sobre la liberalización del comercio mundial. Según los expertos, el acuerdo podría beneficiar el comercio internacional  un 1 billón de dólares y crear 21 millones de puestos de trabajo.

La India decidió bloquear el acuerdo al no obtener garantías de que la seguridad alimentaria de su población recibirá protección. Según el director general de la OMC,  Roberto Azevêdo, «no se trata de solo de una suspensión», sino de un paso que afectará a todas las esferas de la actividad de la organización./RT.com/Colarebo

Chávez plan contra Palestina, Israel brazo asesino del imperio yanqui masacra gaza

El presidente Hugo Chávez se refirió a la masacre del pueblo palestino de Gaza, que entra en su décimo día, desde el Teatro Teresa Carreño de Caracas, en el que se celebró este lunes un acto público con el Comando Nacional de Campaña por la enmienda constitucional. Seguir leyendo «Chávez plan contra Palestina, Israel brazo asesino del imperio yanqui masacra gaza»

Javier Bardem y Penélope Cruz responden a acusaciones de «antisemitas» del diario USA Today

«Es la antítesis de lo que somos como seres humanos»

Los actores españoles Javier Bardem y Penélope Cruz, acusados de "antisemitas" por el diario USA Today
Los actores españoles Javier Bardem y Penélope Cruz, acusados de «antisemitas» por el diario USA Today

 El actor Javier Bardem afirmó que su firma del manifiesto respaldado por personalidades del mundo de la cultura española que acusa al Ejército de Israel de genocidio, ha sido malinterpretada y dijo que sólo hizo un llamamiento por la paz, y que ni él ni Penélope Cruz son antisemitas. Seguir leyendo «Javier Bardem y Penélope Cruz responden a acusaciones de «antisemitas» del diario USA Today»

García Márquez, el último encuentro

Ignacio Ramonet

Gabo, amigo íntimo de Fidel Castro

Me habían dicho que estaba residiendo en La Habana pero que, como estaba enfermo, no quería ver a nadie. Yo sabía dónde solía alojarse: en una magnífica casa de campo, lejos del centro. Llamé por teléfono y Mercedes, su esposa, disipó mis escrúpulos. Con calidez me dijo: “En absoluto, es para alejar a los pesados. Ven, ‘Gabo’ se alegrará de verte”.

A la mañana siguiente, bajo un calor húmedo, remonté una alameda de palmeras y me presenté ante la puerta de la quinta tropical. No ignoraba que sufría de un cáncer linfático y que se sometía a una agotadora quimioterapia. Decían que su estado era delicado. Incluso le atribuían una desgarradora ‘carta de adiós’ a sus amigos y a la vida… Temía encontrarme con un moribundo. Mercedes vino a abrirme y, para mi sorpresa, me dijo con una sonrisa: “Pasa. Gabo ya viene… Está terminando su partido de tenis”.

Poco después, bajo la tibia luz del salón, sentado en un sofá blanco, lo vi acercarse, en plena forma efectivamente, con el pelo rizado todavía húmedo de la ducha y el bigote desgreñado. Vestía una guayabera amarilla, un pantalón blanco muy ancho y zapatos de lona. Un verdadero personaje de Visconti. Mientras bebía un café helado, me explicó que se sentía “como un ave silvestre que se escapó de la jaula. En todo caso, mucho más joven de lo que aparento”. Y agregó, “con la edad, compruebo que el cuerpo no está hecho para durar tantos años como nos gustaría vivir”. Acto seguido, me propuso “hacer como los ingleses, que nunca hablan de problemas de salud. Es de mala educación”.

La brisa levantaba muy alto las cortinas de las inmensas ventanas y la sala empezó a parecerse a un barco volador. Le comenté cuánto me gustó el primer tomo de su autobiografía, Vivir para contarla (1): “Es tu mejor novela”. Sonrió y se ajustó las gafas de gruesa montura: “Sin un poco de imaginación es imposible reconstruir la increíble historia de amor de mis padres. O mis recuerdos de bebé… No olvides que sólo la imaginación es clarividente. A veces es más verdadera que la verdad. Basta con pensar en Kafka o Faulkner, o simplemente en Cervantes”, afirmó. Cual trasfondo sonoro, las notas de la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonin Dvorak, inundaban el salón con una atmósfera a la vez alegre y dramática.

Había conocido a García Márquez unos cuarenta años atrás, hacia 1979, en París, con mi amigo Ramón Chao. Gabo había sido invitado por la Unesco y, junto con Hubert Beuve-Méry, el fundador de Le Monde diplomatique, formaba parte de una comisión, presidida por el Premio Nobel Sean McBride, encargada de elaborar un informe sobre el desequilibrio Norte-Sur en materia de comunicación de masas. En aquella época, había dejado de escribir novelas, por una prohibición autoimpuesta que debía durar mientras Augusto Pinochet estuviera en el poder en Chile. Todavía no había recibido el Premio Nobel de literatura, pero ya era inmensa su celebridad. El éxito de Cien años de soledad (1967) lo había convertido en el escritor de lengua española más universal desde Cervantes. Recuerdo haber quedado sorprendido por su baja estatura e impresionado por su gravedad y seriedad. Vivía como un anacoreta y sólo abandonaba su habitación, transformada en celda de trabajo, para dirigirse a la Unesco.

En cuanto al periodismo, su otra gran pasión, acababa de publicar una crónica donde describía el asalto de un comando sandinista al Palacio Nacional de Managua, en Nicaragua, que había precipitado la caída del dictador Anastasio Somoza (2). Aportaba detalles prodigiosos, dando la impresión de haber participado él mismo en el hecho. Quise saber cómo lo había logrado. Me contó: “Estaba en Bogotá en el momento del asalto. Llamé al general Omar Torrijos, presidente de Panamá. El comando acababa de encontrar refugio en su país y todavía no había hablado con los medios de comunicación. Le pedí que avisara a los muchachos que desconfiaran de la prensa, porque podían deformar sus palabras. Me respondió: ‘Ven. Sólo hablarán contigo’. Fui y junto con los jefes del comando, Edén Pastora, Dora María y Hugo Torres, nos encerramos en un cuartel. Reconstruimos el acontecimiento minuto a minuto, desde su preparación hasta el desenlace. Pasamos la noche allí. Agotados, Pastora y Torres se quedaron dormidos. Yo seguí con Dora María hasta el amanecer. Volví al hotel para escribir el reportaje. Luego, regresé para leérselo. Corrigieron algunos términos técnicos, el nombre de las armas, la estructura de los grupos, etc. El reportaje se publicó menos de una semana después del asalto. Dio a conocer la causa sandinista en el mundo entero”.

Volví a ver a Gabo muchas veces, en París, La Habana o México. Teníamos un desacuerdo permanente acerca de Hugo Chávez. Él no creía en el comandante venezolano. Yo, en cambio, consideraba que era el hombre que iba a hacer entrar América Latina en un nuevo ciclo histórico. Aparte de eso, nuestras conversaciones siempre eran muy (¿demasiado?) serias: el destino del mundo, el futuro de América Latina, Cuba…

Sin embargo, recuerdo que una vez me reí hasta las lágrimas. Yo volvía de Cartagena de Indias, suntuosa ciudad colonial colombiana; había divisado su casona tras las murallas y había hablado con él al respecto. Me preguntó: “¿Sabes cómo adquirí esa casa?”. Ni idea. “Desde muy joven quise vivir en Cartagena –me contó–. Y cuando tuve el dinero, me puse a buscar una casa allí. Pero siempre era demasiado caro. Un amigo abogado me explicó: ‘Creen que eres millonario y te aumentan el precio. Déjame buscar por ti’. Unas semanas después, encuentra la casa, que en ese entonces era una vieja imprenta casi en ruinas. Habla con el propietario, un ciego, y entre ambos acuerdan un precio. Pero el anciano pone una exigencia: quiere conocer al comprador. Viene mi amigo y me dice: ‘Tenemos que ir a verlo, pero no debes hablar. Si no, en cuanto reconozca tu voz, triplicará el precio… Él es ciego, tu serás mudo’. Llega el día del encuentro. El ciego empieza a hacerme preguntas. Le respondo con una pronunciación indescifrable… Pero, en un momento, cometo la imprudencia de responder con un sonoro: ‘Sí’. ‘¡Ah! –salta el anciano–, conozco esa voz. ¡Usted es Gabriel García Márquez!’. Me había desenmascarado… Enseguida agrega: ‘Vamos a tener que revisar el precio. Ahora, la cosa es diferente’. Mi amigo intenta negociar. Pero el ciego repite: ‘No. No puede ser el mismo precio. De ninguna manera’. ‘Bueno, ¿cuánto, entonces?’ –le preguntamos, resignados–. El anciano reflexiona un instante y dice: ‘La mitad’. No entendíamos nada… Entonces, nos explica: ‘Ustedes saben que tengo una imprenta. ¿De qué creen que viví hasta ahora? ¡Imprimiendo ediciones piratas de las novelas de García Márquez!’”.

Aquel ataque de risa todavía resonaba en mi memoria cuando, en la casa de La Habana, proseguía mi conversación con un Gabo envejecido, aunque intelectualmente tan vivo como siempre. Me hablaba de mi libro de entrevistas con Fidel Castro (3). “Estoy muy celoso –me decía, riendo–, tuviste la suerte de pasar más de cien horas con él.”. “Soy yo el que está impaciente por leer la segunda parte de tus memorias –le respondí–. Por fin vas a hablar de tus encuentros con Fidel, a quien conoces desde hace mucho más tiempo. Tú y él sois como dos gigantes del mundo hispano. Si se compara con Francia, sería algo así como si Victor Hugo hubiera conocido a Napoleón..”. Lanzó una carcajada, al tiempo que alisaba sus espesas cejas. “Tienes demasiada imaginación… Pero te voy a decepcionar: no habrá segunda parte… Sé que mucha gente, amigos y adversarios, de alguna manera esperan mi ‘veredicto histórico’ sobre Fidel. Es absurdo. Ya escribí lo que tenía que escribir sobre él (4). Fidel es mi amigo y lo será siempre. Hasta la tumba”.

El cielo se había oscurecido y la sala, en pleno mediodía, estaba ahora sumida en la penumbra. La conversación se había vuelto más lenta, más apagada. Gabo meditaba con la mirada perdida y yo me preguntaba: “¿Es posible que no deje ningún testimonio escrito de tantas confidencias compartidas en amistosa complicidad con Fidel? ¿Lo habrá dejado para una publicación póstuma cuando ya ninguno de los dos esté en este mundo?”.

Afuera, una lluvia torrencial se precipitaba desde el cielo con la fuerza de las borrascas tropicales. La música había enmudecido. Un fuerte perfume a orquídeas invadía el salón. Miré para Gabo. Tenía el aspecto agotado de un viejo gatopardo colombiano. Permanecía allí, silencioso y meditativo, mirando fijamente la lluvia inagotable, compañera permanente de todas sus soledades. Me escabullí en silencio. Sin saber que lo veía por última vez.

Referencias

(1) Gabriel García Márquez, Vivir para contarla, Barcelona, Mondadori, 2003.

(2) Gabriel García Márquez, “Asalto al Palacio”, Alternativa, Bogotá, 1978.

(3) Ignacio Ramonet, Fidel Castro. Biografía a dos voces, Madrid, Debate, 2006.

(4) Gabriel García Márquez, “El Fidel que creo conocer”, prefacio al libro de Gianni Minà, Habla Fidel, México, Edivisión, 1988, y “El Fidel que yo conozco”, Cubadebate, La Habana, 13 de agosto de 2009.

(Tomado de MTI/ Le Monde Diplomatique)

Venezolanos marcharán este sábado en apoyo a Palestina

 Este sábado, 2 de agosto, se llevará a cabo en la ciudad de Caracas  y  a nivel Nacional, en cada estado una marcha a favor del pueblo palestino que lleva casi un mes sometido a los ataques militares indiscriminados por parte del Ejército de Israel, que han dejado más de 1.300 personas asesinadas y 8.000 heridas.

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