Lo que sucede en Gaza mientras se escriben éstas líneas, no es una operación aislada, por el contrario forma parte y constituye la continuación del genocidio[1] del pueblo de Palestina por parte del Estado de Israel. Las operaciones militares de bombardeo que ha desencadenado el Estado de Israel –a través de su ejército- durante las últimas semanas, además de producir la muerte de al menos 600 personas (las víctimas son: 80% civiles desarmados y una tercera parte de las mismas son niños y niñas), han destruido infraestructuras de salud, educación, servicios públicos básicos y vías de comunicación, así como miles de viviendas residenciales.
Un análisis histórico del conflicto y primordialmente de la lógica de acción del gobierno de Israel, permite evidenciar que el propósito de las operaciones militares (tan crueles como desproporcionadas y asimétricas[2]) no es defenderse de los cohetes rudimentarios de Hamas. El objetivo estratégico es borrar del mapa al pueblo palestino que resiste en condiciones de acoso y hostigamiento permanente.
Mediante la fuerza y el terror, se persiguen y se criminalizan las expresiones culturales, el derecho al libre tránsito, a la salud, a la educación, entre muchos otros derechos humanos de los habitantes de Gaza. Israel viola a Palestina el derecho a la vida, al territorio, e incluso el derecho a existir,
Se trata del exterminio de una nación, de una cosmovisión, de un pueblo que durante más de medio siglo ha padecido de una de las operaciones de exterminio más abominables conocidas por la historiografía[3], ante la impunidad que permite el silencio cómplice y la hipocresía de las naciones poderosas del planeta y de los gobiernos del mundo (salvo honrosas excepciones), pero también ante la indiferencia de gran parte de la humanidad.
Lo que sucede en Gaza es una vergüenza para el género humano, la cual no tiene, ni tendrá justificación ante la historia. Las imágenes, los videos y los testimonios son estremecedores. Madres que sobre ruinas inundan los cuerpos inertes y sin vida de niños mutilados ¡“Daños colaterales”! por bombas “inteligentes”, en nombre de una supuesta lucha contra el “terrorismo”. Además, es una demostración clara del signo criminal y deleznable del orden mundial vigente[4], es decir, del sistema capitalista y sus agencias.
Los pueblos oprimidos y explotados del mundo, tenemos el deber ante la historia de pronunciarnos, organizarnos y movilizarnos para destruir el sistema que produce la barbarie, el oprobio y la muerte en Gaza y en todas partes del mundo donde reina el interés del capital por sobre la dignidad humana. Debemos presionar a los gobiernos progresistas para que se pronuncien enérgicamente en el ámbito diplomático, y para que tomen medidas de presión en el ámbito económico (éste último muy sensible para los sionistas que gobiernan a Israel).
Asimismo, debemos expresar nuestra solidaridad a través del boicot organizado contra los productos y las empresas sionistas que sostienen el régimen genocida de Israel.
Pero no nos llamemos a engaños, la única manera de derrotar definitivamente prácticas como las del sionismo fascista de Israel, es mediante el derrocamiento y la destrucción del régimen del capital a escala mundial.
Por tanto hoy más que nunca: TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DEL MUNDO, UNÍOS CONTRA EL SISTEMA CAPITALISTA, UNÍOS EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO A ESCALA MUNDIAL.
[1] Según la RAE un genocidio consiste en el “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad” http://lema.rae.es/drae/?val=genocidio
[2] Israel posee uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
[3] Gaza Por: Eduardo Galeano http://alainet.org/active/75409
[4] Israel viola e ignora de manera impune todas las resoluciones de la ONU
UNÍOS (Movimiento de movimientos)
Colarebo 