Indígenas tienen la caja negra

No aparecen bombas del Supertucano que se cayó en Cauca. Baltasar Garzón mediará entre indígenas y Gobierno. Ultimátum de los nasa a Farc y FF.MM. para que salgan de allí.

Este es el momento en que los indígenas sacan la caja negra del avión accidentado. / David Schwartz – Cromos

El exmagistrado de la Audiencia Nacional española y actual asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya, Baltasar Garzón, era esperado ayer en Miranda, norte del Cauca, para mediar entre las comunidades indígenas y sus peticiones de “autonomía territorial” y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Aunque en un principio se dijo que la reunión estaba programada para las 2:00 de la tarde en la finca Las Palmas y que Garzón ya estaba en la zona, aún eran inciertas la hora y la fecha del encuentro.

Lo claro es que la mediación del exmagistrado español está confirmada e incluso es algo que ya venía caminando, sólo que se concreta en momentos en que los hechos de violencia por parte de la guerrilla se agudizan en la región. “Es cierto que estamos trabajando desde hace semanas en ese tema. Mi relación con las comunidades indígenas del Cauca es desde hace muchos años y hemos trabajado juntos en muchos temas”, manifestó Garzón antes de viajar al norte del departamento.

Al mismo tiempo, el alcalde de Jambaló, Silvio Dagua Martínez, ratificó la información revelada por El Espectador en el sentido de que la caja negra del Supertucano accidentado el miércoles en Jambaló, Cauca, está en poder de la Guardia Indígena, que solicita una misión internacional para devolverla. “Está en poder del cabildo y la tienen guardada para entregarla”, señaló.

Como quedó plasmado en varias fotografías del reportero David Schwartz, de Cromos-El Espectador, el viernes pasado hacia las 2:00 de la tarde los indígenas sacaron la caja negra y el líder guambiano Marco Pechené le recomendó a Feliciano Valencia, líder del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que la custodiara.

Así lo ratificó también este diario en su edición del sábado. No obstante, aún ayer las Fuerzas Militares decían desconocer quién tenía la famosa caja de grabación de voz de la aeronave, clave para establecer si ésta fue derribada por las Farc o se cayó por error humano o falla técnica. Sobre este aspecto hay otro contrapunteo, pues las versiones oficiales desmienten la tesis del derribamiento, pero los indígenas refugiados en la zona aledaña a aquella en la que cayó el avión le dijeron a El Espectador que vieron “lamparazos” contra el Supertucano antes de que se precipitara a tierra.

Las que no aparecen son las tres bombas que llevaba la aeronave siniestrada —de 500 libras y un alto poder destructivo—, por lo que la Fuerza Aérea elevó una voz de alerta en toda la comunidad. “Cuando llegamos a la zona se había manipulado el avión. Es una aeronave que tiene armamento militar y nosotros íbamos a destruir unas bombas MK 82 que no encontramos. El llamado es que la comunidad nos diga si alguien tomó estos artefactos para que podamos recogerlos y evitar una tragedia”, dijo el general Juan Carlos Ramírez, inspector de la Fuerza Aérea.

Desde San Andrés, el presidente Santos aseguró que la lucha contra el narcotráfico es la causa fundamental de la convulsión que hoy se vive en el norte del Cauca: “Les estamos cortando los corredores de movilidad por donde sacan la droga. Allí seguiremos perseverando”. Mientras tanto, en la región se mantenía una tensa calma tras el regreso de las tropas del Ejército a la vereda Monte Redondo, en Miranda, de donde el fin de semana pasado habían sido desalojadas por la Guardia Indígena.

El general Jorge Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, dijo que a pesar de las circunstancias e insultos de pobladores, sus hombres seguirán allí para garantizar la vida y los bienes de los habitantes.

Los indígenas, sin embargo, expidieron un comunicado anoche dando un ultimátum a las Farc y el Ejército para que se vayan a más tardar a la medianoche de hoy. Además, definieron la propuesta que presentarán a Baltasar Garzón: “1. Que se vayan los actores armados, vengan de donde vengan. 2. Que respeten nuestros planes de vida y nuestra Guardia Indígena. 3. Que los recursos del pueblo en nuestros territorios no los sigan manejando unos pocos para una guerra privada que les entrega lo nuestro a las transnacionales, sino que sean públicos para nuestro fortalecimiento. 4. Que rechazamos a los que se aprovechan de nuestro sufrimiento y hablan a nombre de nuestra resistencia. Quienes dicen apoyarnos deben entender y caminar con nosotros, de acuerdo con nuestra orientación”.

Vocero de ONU pide diálogo

Tras visitar a las comunidades desplazadas en el norte del Cauca, Todd Howland, representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, insistió en la necesidad de buscar una solución negociada al conflicto y reiteró la exigencia a los actores armados del respeto absoluto a los civiles, así como su obligación de evitar combates en áreas pobladas: “Muchos en Bogotá y en otras ciudades piensan que este conflicto sólo existe en las montañas. Pero la verdad es que donde está el conflicto hay muchas personas que viven, trabajan, van a la escuela y tienen su hogar”.