El Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en un acto histórico y simbólico por el vigésimo aniversario de los acuerdos de paz (1992-2012), pidió perdón en nombre del Estado por la matanza cometida contra civiles inocentes por tropas especiales contrainsurgentes del ejército salvadoreño, en El Mozote, en pleno inicio del conflicto armado interno de El Salvador.Entre el 11 y 13 de diciembre de 1981, fuerzas militares asesinaron a cerca de un millar de personas en los poblados de El Mozote, La Joya, Los Toriles y otros aledaños, en el nororiental departamento de Morazán. Las tropas del Batallón Atlacatl entraron en El Mozote con la misión de exterminar a la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido político.
La derecha salvadoreña reaccionó, luego del acto conmemorativo del 16 de enero, atacando al gobierno y alegando que el Presidente no debe “remover” los hechos del pasado ni “promover la discordia” entre la sociedad salvadoreña, a través del reconocimiento de las víctimas y su familias por el derecho a la verdad y la justicia.
Sigifredo Ochoa Pérez, un militar retirado y ahora candidato a diputado por el ultraderechista partido Alianza República Nacionalista (ARENA), escribió en el muro de su Facebook: “¿Qué quiere Presidente Funes? ¿Guerra de nuevo? ya que su perorata y su falsa actuación a eso apunta… No sea falso Presidente, busque la concordia, no la discordia. Yo como Soldado estoy listo para defender nuestra Patria. Usted, sencillamente, se irá para otra Patria”.
De acuerdo al académico universitario, filósofo y analista Luis Alvarenga, el discurso de Funes benefició en términos políticos al oficialista partido de izquierda FMLN y “el acto implicó un espaldarazo hacia la causa de la justicia y una evolución de una postura que anteriormente negaba la mera posibilidad de tocar la amnistía a otra, que apoya revisar la misma”.
De manera que el perdedor, en términos políticos, fue el partido ARENA, apuntó, y añadió que dichas reacciones “no solo demuestran que la reivindicación de las víctimas de la guerra es su talón de Aquiles”. Así, “querer quitarse el golpe exigiendo que se pida perdón también al ejército o que se equiparen los crímenes de guerra del FMLN a los de las fuerzas gubernamentales en la guerra no les ha dado los efectos buscados”, agregó en su habitual columna de opinión, en el diario digital Contrapunto.
Según el profesor universitario, cada palabra vertida por los representantes del partido ARENA se vuelve un dedo acusador en su contra. “Un mensaje que fue muy concreto, que llamó a la unión de la sociedad salvadoreña para superar las heridas del pasado, pero sin legitimar con ello la impunidad, bastaba para suscitar reacciones en aquellas cabezas para las cuales veinte años no son nada”, acotó.
El Presidente Funes pidió perdón en el marco del acto conmemorativo a 20 años de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a la guerra civil en el país centroamericano. Asimismo, el Jefe de Estado reconoció que integrantes del Batallón Atlacatl fueron quienes cometieron los asesinatos en El Mozote.
El Mandatario acusó -con nombre y apellido- a los tres máximos jefes de ese batallón como responsables directos de la masacre y censuró a quienes veneran a éstos personajes como héroes. Estos militares ya habían sido acusados en el Informe de la Comisión de la Verdad, publicado en 1993 y auspiciado por Naciones Unidas, pero hasta la fecha, ni ellos ni ningún otro militar han sido enjuiciados por los crímenes cometidos durante la guerra civil.
“…Ha habido responsabilidades específicas que deben citarse, de acuerdo con lo expresado por el informe de la Comisión de la Verdad. De él surgen responsabilidades: el Teniente Coronel Domingo Monterrosa, comandante de aquél Batallón; su segundo al mando, el Mayor José Armando Azmitia Melara; Jefe operativo, el entonces Mayor Natividad de Jesús Cáceres Cabrera, y otros, mencionados por la Comisión de la Verdad”, expresó Funes en su discurso del 16 de enero en El Mozote.
“En virtud de ello, he resuelto a partir de este día instruir, como Comandante General de la Fuerza Armada, a la institución la revisión de su interpretación de la historia a la luz de este reconocimiento histórico que hoy, en nombre del Estado salvadoreño y como Comandante General formulo”, agregó.
El Jefe de Estado también anunció medidas de reparación morales y materiales para las víctimas de la masacre. Esta decisión fue comunicada tras el inicio el pasado cinco de diciembre de un proceso de diálogo entre el Gobierno y los representantes de las víctimas.
Además, el mandatario llamó a fiscales y a los jueces de su país a que “revisen lo que tengan que revisar” para terminar con la impunidad en El Salvador, en clara referencia a la Ley de Amnistía aprobada días después de revelado el informe de la Comisión de la Verdad, en 1993.
“Por esa masacre, por las aberrantes violaciones de los derechos humanos y por los abusos perpetrados, en nombre del Estado salvadoreño pido perdón, por esa masacre y por las aberrantes violaciones de los derechos humanos y por los abusos perpetrados, en nombre del Estado salvadoreño, como Presidente de la República y Comandante General de la Fuerza Armada, pido perdón a las familias de las víctimas y a las comunidades vecinas”, dijo Funes en el acto conmemorativo.
Y continuó: “Pido perdón a las madres, padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas que no saben hasta el día de hoy el paradero de sus seres queridos. Pido perdón al pueblo salvadoreño que fue víctima de este tipo de violencia atroz e inaceptable. Este pedido de perdón, que no pretende borrar el dolor, es un acto de reconocimiento y de dignificación de las víctimas de esta tragedia”.
Roberto Lorenzana, diputado de la Asamblea Legislativa y vocero del FMLN, aseguró en su blog que, para su partido, los Acuerdos de Paz representan el punto de partida de una nueva sociedad salvadoreña, “es la culminación de un período oscuro, la finalización de una dictadura militar, el inicio de un proceso democrático que sigue su curso, después de la firma de los Acuerdos de Paz”.
Destacó que el FMLN tardó 17 años para llegar a la Presidencia de la República, cuando triunfo con el presidenciable Mauricio Funes en marzo de 2009. “Lo hemos hecho por los métodos legales, utilizando los recursos que dan las Leyes y la Constitución de la República, hemos tenido paciencia para perseverar en un proceso de creciente acumulación de fuerza política, hasta llegar a este momento, dando continuidad al proceso democrático que se inició con los Acuerdos de Paz”, subrayó.
No obstante los logros que él y su partido identifican, reconoció que el déficit principal de los Acuerdos está vinculado al acuerdo económico social. Según manifestó, el principal déficit es la creación del Consejo Económico Social que se definió en los Acuerdos de Paz, ese instrumento establecía la posibilidad que el Estado, la empresa privada y los trabajadores construyeran Políticas que dieran seguimiento al proceso de democratización en el área económico social.
“Eso fue disuelto pronto y no permitió el avance de la democracia en el terreno económico social, si esa parte del Acuerdo de Paz se hubiera cumplido, no tuviéramos los niveles de violencia, de delincuencia, que ahora tenemos”, reclamó.
“Es la derecha que la izquierda necesita”, concluyó en su análisis Luis Alvarenga, parafraseando al economista Aquiles Montoya. “Y no tanto porque la derecha se haya despistado momentáneamente y sus miembros hayan reaccionado con las vísceras, sino porque lo único que tienen que ofrecer al país es el retorno a ese pasado simbolizado en los hechos de El Mozote, enfatizó. / TERCERA INFORMACIÓN/Contraingerencia
RM