La última película de los Muppets, más conocidos en España como los teleñecos, ha generado un gran revuelo en Estados Unidos después de que varios comentaristas de Fox News acusasen a los populares mulecos de promover el comunismo.
El último largometraje de los teleñecos, que está obteniendo muy buenas críticas en los medios estadounidenses, narra los esfuerzos de la rana Gustavo, la cerdita Peggy, Gonzo y el resto de la pandilla por impedir que un magnate destruya su teatro para hacerse con un yacimiento de petróleo que hay bajo el mismo.Este argumento aparentemente inocente ha recibido una interpretación mucho más dura por parte de los analistas de la Fox. Según el periodista Eric Bolling, la película es un descarado intento por manipular la mente de los niños y de sus padres, inoculando en ellos un mensaje en contra de la industria petrolera.
Para Bowlling, los Muppets son una muestra de «lo lejos que la izquierda va a llegar para manipular a sus hijos, convencerlos,entregar el mensaje anticorporativo». El periodista comenta también que ninguna película habla nunca de los aspectos positivos que tiene el petróleo.
«El Hollywood liberal despreciando a un exitoso hombre de negocios…nada nuevo», decía la cadena. Dan Gainor, del Media Research Center, añadía una referencia: «Lo que están diciendo a nuestros hijos es lo que se dice en Matrix, que el hombre es un virus en la pobre Madre Tierra». «Es un lavado de cerebro en su forma más obvia», señalaba la periodista Andrea Tantaros.
RM
No debe sorprendernos. El terror al comunismo lo tienen impreganado en las venas, hasta el más pobre, esos que hoy se han quedado sin techo, sin trabajo, sin futuro.
Hace falta mucho más que hambre en EE UU para que comiencen a pensar, si es posible. Una sociedad que ha hecho crecer sus hijos desde muy temprana edad frente a un televisor. Y, ver, algunos programas de tv americana, va desde el asco de una sociedad sin normas, hasta otros que pueden llevar alguna forma de conocimiento, pero en todos siempre oculto el mensaje: la libertad de EE UU ejemplar y ni socialismo, mucho menos comunismo.
Al menos, parece ser que esta película pueda dejar algo a otros niños y niñas donde el ‘cuco comunista’ aún no esté tan clavado.
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