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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la salida de Hosni Mubarak representa «no el fin de la transición, sino su comienzo» en Egipto, un país que «no volverá a ser el mismo».
En un discurso oficial y tras reunirse con su equipo de seguridad nacional el mandatario estadounidense, Barack Obama, aplaudió las protestas multitudinarias egipcias que lograron la renuncia del presidente Hosni Mubarak, y reiteró la amistad que le ofrece Estados Unidos al pueblo egipcio.
“Esto no es fin de la transición de Egipto, sino su comienzo. Estoy seguro que habrá días difíciles en el futuro pero tengo plena confianza en que el pueblo de Egipto encontrará las respuestas en el espíritu de unidad que ha definido en estas últimas semanas”, aseguró Obama.
El presidente norteamericano destacó la labor de las Fuerzas Militares egipcias “que han servido de forma patriótica y responsable al cuidado del Estado” y subrayó que su nuevo reto será la seguridad de la transición, la debida culminación de la ley de emergencia y la revisión de las reformas constitucionales. El mandatario anotó que el compromiso ahora es cumplir con lo que se pueda para que el cambio sea irreversible.
“Esta transición debe llevar a todas las voces de Egipto para que participen, porque sus protestas pacíficas serán la base de este cambio”, apuntó.
Obama insistió en que Estados Unidos “continuará siendo amigo y aliado de Egipto” y añadió que su país está dispuesto a dar la asistencia necesaria para que a partir de este cambio exista una tradición creíble. El presidente señaló que confía en que las nuevas generaciones representan uno de los principales actores de esa transformación.
“Egipto ha tenido un papel histórico en los más de seis mil años pero en las últimas semanas la historia aceleró a medida que el pueblo egipcio pedía que se cumpliera y se respetaran sus derechos, para demostrar lo que era la libertad”, dijo con emoción el mandatario, quien reiteró que la lucha egipcia es “la forma en que una democracia legal funciona”.
Obama insistió en que la fuerza moral de los egipcios logró que la historia vuelva a vencer la justicia: “el hoy le pertenece al pueblo de Egipto”, exclamó.
Finalmente, el presidente destacó la palabra Tahrir, y dijo que su significado se refleja en las manifestaciones “que hicieron, defendieron y las que como cambiaron a su país (Egipto), cambiaron al mundo”, agregó.
Horas antes del discurso de Obama, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que la salida del poder del mandatario egipcio, Hosni Mubarak, supone «cambios irreversibles» que conducirán al país «hacia la democracia».
Biden explicó que el país norteafricano está viviendo un «día histórico», con el anuncio de la dimisión de Mubarak. «Es un punto sin retorno», añadió.
«Lo hemos estado diciendo desde el principio. El futuro de Egipto será determinado por el pueblo egipcio».
El vicepresidente dijo, al hilo de los acontecimientos en Egipto, que «ejercer la violencia contra los manifestantes pacíficos es inaceptable» y que «los derechos humanos deben ser respetados». Ω