El Cairo, 1 feb (PL, vía telefónica) El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, anunció hoy que hablará a la nación en las próximas horas para ofrecer una posible salida a la crisis, sobre todo después de las multitudinarias manifestaciones a favor de su renuncia.
En estos momentos prevalece la incertidumbre acerca del contenido de la posible oferta del mandatario a la oposición, después de que su discurso del pasado viernes, donde anunció la dimisión del gabinete y nombró a un vicepresidente, provocara decepción en amplios sectores.
La alocución de Mubarak se producirá luego de nombrar a un primer ministro, tomar juramento a varios titulares del gabinete y ofrecer un diálogo a sus adversarios políticos, decisión que muchos consideran demasiado tardía.
El nuevo ejecutivo anunció un paquete de iniciativas económicas, hizo promesas de promover la democracia, combatir la pobreza, la corrupción y el desempleo y otras medidas de corte social, pero a los ojos de los manifestantes nada de eso es suficiente.
Según confirmaron fuentes de seguridad, la residencia de Mubarak, en el barrio de Heliópolis, está rodeada con alambradas de púas y protegida con un reforzado dispositivo de la guardia presidencial.
Siete horas después de la entrada en vigor del toque de queda, todavía cientos de miles de personas -sino millones- mantienen la protesta en las principales ciudades del país, esperanzadas en que hoy sea el último día de Mubarak en el poder.
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